lunes, 19 de diciembre de 2011

El juego del Viene y va

(El siguiente es un escrito que hice hace un año exactamente, lo publico no por su profunda redacción, sino porque resultó ser un ejercicio interesante para mí)


No hay que ir demasiado lejos para poder  hallarle sentido a la vida, basta con mirar e interpretar.
El otro día pude ver, oler y sentir la incesante esencia del mar
Que como la vida misma viene y luego va,
No se trata solo de una grata experiencia con un agua sabor a sal,
Sino que hay que entrar en su juego del viene y va.

Ver en el mar un chispa de vida resulta un acto inteligente,
mirar la naturaleza con la piel y el corazón,
entender que en la vida cada instancia tiene su esencia sabor a mar,
y todo lenguaje va más allá del bien y el mal.

Como la vida hay olas que pasan de largo,
sólo basta un pequeño salto.
Otras que por el contrario dejan un sabor amargo,
llegan como una sacudida,
se trepan por la nariz,
y terminan con un ardor en los ojos.
Otras tantas, tratan de arrebatarse la ropa interior,
-suelen ser mis favoritas-
estremecen y sacan una bella sonrisa.
Hay olas que descontrolan,
que suben el sostén,
despeinan,
descubren las nalgas.
Hay olas que aturden.
Pero todas, absolutamente todas… vuelven al mar
pues hacen parte del mar,
tal vez se irán para arrebatarle una sonrisa a otro, o a otra,
o tal vez se vayan para no volver con la misma fuerza,
pero seguirán su rumbo, porque es su esencia,
y nuestra esencia, como humanos, como parte del mar, como parte de la vida
es saber estar dispuestos a recibir cada nueva ola,
y entender que en este juego todo viene, y todo va. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario